Libertad al poder
Llegó el momento de dar rienda suelta a tu creatividad y romper con las tradiciones.
Mezcla vajillas de distintos colores, utiliza cristalerías lisas y talladas, manteles y caminos… Haz que tu mesa sea única ¡y muy decorativa!
Los dobles manteles son ideales en ocasiones especiales, además, si llega hasta el suelo conseguirás dar un toque de elegancia a tu mesa. Lo ideal: utiliza uno liso debajo como base, que cuelgue unos 40 cm por los lados, y uno superior que destaque por contraste de estampado o de color.
Los individuales siempre son ideales para el día a día, ¡te serán mucho más fáciles de limpiar después de cada uso! O incluso puedes usar caminos de mesa con individuales para darle un toque más informal.
Si tu mesa es de madera o tiene un color especialmente bonito, ¡no la cubras con un mantel entero! Utiliza los caminos, los individuales o los bajoplatos ¡y ganarás en estilo!
¿Te preocupan las arrugas sobre la mesa? ¡Fuera agobios! La arruga es natural y bella.
Aún así, si no te gusta verlas, puedes plancharlas sobre la mesa. Es la forma más fácil y cómoda de conseguir una superficie lisa.
En la mezcla está el poder, ¡y entre cubiertos y cristalería también! Por eso, te animamos a que mezcles sin miedo. En el caso de la vajillas, podrás combinar distintos platos si utilizas una vajilla blanca. Es un perfecto comodín. Aporta luz ¡y además queda bien con todos los colores! También puedes combinar vajillas distintas que compartan, como mínimo, un color. Y para los más bohemios, siempre podéis combinar piezas sueltas de distintas vajillas (con dorados, flores…), ¡el efecto es espectacular!
¿Por qué decorar la mesa solo cuando tienes invitados? Coloca cubiertos rompiendo los estándares del protocolo y ponlos en un pequeño cubo de lata o anúdalos con un retal divertido. Una flor, unas velas, unas sencillas ramas verdes en una bonita botella de cristal… Cualquier detalle será bienvenido ¡y alegrará tu mesa incluso en el desayuno!
Fuente: Imágenes de nuestros proyectos realizadas por EL MUEBLE
