Tu casa debe ser un espacio para disfrutar y para la relajación. Por eso, no hace falta recargarla con elementos decorativos, sino decorarla con aquellas piezas que más feliz te hagan. Si tienes cosas que no utilizas, que no funcionan o están repetidas, ha llegado la hora de deshacerte de ellas. Cuanto menos acumules en casa, ¡más orden tendrás!
Utiliza plantas, tejidos y materiales naturales al decorar tu casa. Este tipo de decoración que nos recuerda a la tierra y conecta con la naturaleza consigue crear un ambiente de paz y bienestar en el hogar.
Los colores tienen un gran protagonismo y simbolismo, hecho que siempre debes tener en cuenta antes de decantarte por uno u otro. Por ejemplo, el verde representa la paz y la armonía, alivia la fatiga ocular y recuerda a la naturaleza. Los marrones y ocres a la tierra; los azules al cielo y al mar; el blanco, a la pureza.
Las terrazas y los espacios al aire libre deben estar distribuidos de forma que permita que la luz y el aire fluyan sin obstáculos. Lo ideal es elegir piezas y tejidos con colores luminosos y frescos para llenar de positivismo el ambiente. ¿El truco para acertar? Ponte en la piel de tus invitados, de esta manera lograrás crear espacios en los que las personas se sientan cómodas, relajadas y, sobre todo, que inviten a pasar horas y horas disfrutando del buen tiempo en tu hogar.
Si tienes un jardín amplio, puedes contribuir al flujo positivo de la energía creando senderos e integrándolos con la naturaleza. Combina piedras, tierra o césped natural.
Para lograr un ambiente cálido y en armonía, aconsejamos que la iluminación provenga de distintos puntos. Distribuye luces por el perímetro, utiliza antorchas, pon velas o coloca bombillas de colores… ¡Todo vale!
Fuente: Imágenes de nuestros proyectos realizadas por EL MUEBLE
