Si piensas que tu cocina es pequeña u oscura, ábrela al salón.
Te contamos, a continuación, todos los tips y beneficios que necesitas saber.
¡Más claro imposible! Si quieres integrar visualmente ambos espacios para convertirlos en uno solo, pinta las paredes en blanco y usa en la cocina el mismo suelo del comedor.
La pintura ayudará a unificar ambos ambientes sin necesidad de usar una especial. Eso sí, usa el mismo color.
Si tienes un comedor con parquet, una buena opción es usar parquet sintético. Si prefieres utilizar baldosas, escoge piezas grandes. Es importante unificar tonos y texturas para ganar luz, espacio ¡y más momentos compartidos con los tuyos!
¿Cocina o comedor? Evidentemente, los muebles de tu cocina pasarán a ser uno más del comedor. Así que nada de tonalidades frías en la cocina. Piensa en proporcionar cálidez y convertir estos dos espacios en un lugar para vivir y compartir.
Los grandes delatores suelen ser los electrodomésticos y para lograr disimularlos al máximo podemos panelar la nevera y el lavavajillas, por ejemplo, o integrar el horno y el microondas en una columna. O, dispuestos a que se vean, elegirlos en acero inoxidable ya que resultan mucho más decorativos que los clásicos.
Abrir una cocina es una cuestión de estilo de vida, amplitud, luminosidad y fluidez en el hogar. Está claro que si unes la cocina con tu comedor ganarás en diafanidad y por eso, suele ser la opción más recurrente en pisos pequeños. Pero si mirás más allá, estos dos espacios se convierten todavía más en el corazón de la casa.
Una cocina abierta promueve el cocinar en compañía, haciendo que tus comidas y cenas sean aún más divertidas. Además, potencia la vida familiar. Piénsalo: mientras cocináis, vigilaréis a los más pequeños mientras juegan en la alfombra del comedor o mientras hacen los deberes en la mesa.
Fuente: Imágenes de nuestros proyectos realizadas por EL MUEBLE
